Conocemos en mas profundidad como nació nuestro deporte nacional, el Pato.
En Argentina, ningún gaucho sale sin su caballo y desde siempre, durante su tiempo perdido, a los gauchos de la Pampa les gusto dedicarse a ciertas actividades ecuestres, en particular al Pato. Cualquier gaucho dirá: “Nada es más argentino que el Pato”.
El Pato apareció a principios del siglo XVII como un simple juego a caballo entre gauchos. Pero hoy se ha convertido en un entretenimiento muy popular, hasta que se considera el deporte nacional por excelencia.
Los estudiosos coinciden en señalar que es originario de nuestro país y que nació de la mano de los gauchos que poblaban el amplio territorio de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Salta, Santiago del Estero, Corrientes y Entre Ríos.
Es un juego que se practicaba ya en los tiempos coloniales, según se extrae de una crónica que relata una “corrida” realizada en Buenos Aires en 1610, con motivo de las fiestas de beatificación de San Ignacio de Loyola.
Originalmente, el Pato era un encuentro entre dos equipos que luchaban por una pieza de cuero en la que se presentaba un pato. El objetivo del juego era llegar a un punto específico en el campo del oponente ubicado a casi 2.5 kilómetros del punto de recogida, mientras evitaba estratégicamente a sus oponentes. Este deporte impresionante, reservado para los más atrevidos, encontró el éxito con los gauchos de todo el país a pesar de la brutalidad a veces mortal de ciertos encuentros.
A principio del siglo XIX, el Pato fue prohibido por las autoridades religiosas y civiles debido a su alto grado de riesgo. El juego desapareció poco a poco de las costumbres en Argentina.
Fue solo a mediados de la década de 1930 cuando se dieron reglas al juego para minimizar los accidentes. La ética y el respeto por los caballos son la base de estas nuevas regulaciones. El Pato se convierte en el deporte nacional de Argentina en 1953.

Para jugarlo se mataba entonces un ave doméstica, por lo general un pato (de allí su nombre) y se la colocaba dentro de un trozo de cuero. Se formaba así una pelota, a la que se le cosían tres o cuatro manijas de cuero torcido, de las cuales se aferraban los participantes durante la competencia.
En un partido de Pato, compiten dos equipos de cuatro jugadores. El objetivo es marcar tantos goles como sea posible tirando una pelota de cuero, con asas, en una canasta de altura de aproximadamente un metro de ancho y ubicada en los extremos del campo. El juego se practica en un campo, del mismo ancho, aunque más largo, que una cancha de fútbol.
Un partido dura entre 30 y 50 minutos. Se espera que los jugadores respeten plenamente las reglas, debido a la violencia y la peligrosidad que enfrentan los animales y los gauchos. Uno de los principios básicos es, por ejemplo, mantener el brazo extendido cuando un jugador está en posesión de la pelota.
En sus comienzos fue extremadamente violento y con reglas muy poco precisas, lo que generó prohibiciones y controversias variadas a lo largo del tiempo. Con los años, el ave fue sustituida por una pelota de cuero, preferentemente blanca, con cámara neumática y seis asas. Su diámetro hoy es de 40 cm de extremo a extremo y su peso máximo es de 1.250 g.
Si usted pasa por Buenos Aires, le recomendamos un desvío por el Campo Argentino de Pato, hacia el oeste de la ciudad. El Campeonato Argentino Abierto, uno de los mayores torneos de esta disciplina por más de 70 años, se lleva a cabo en parte en el Campo Argentino de Pato. Con más de 20 hectáreas de tierra, se considera uno de los campos más bellos del mundo.
La invención del Pato está atribuida a los argentinos, sin embargo, muchos países se han inspirado en el Pato, comenzando en Europa. Tal vez el nombre de horseball le sea más familiar. Las reglas, aunque adaptadas a los requisitos locales, son muy similares.

El juego se abrió a varios otros países, incluido Francia, cuando el capitán Clave, un francés que viajaba por Sudamérica y espectador de partidos de Pato en la década de 1930, decidió transmitir la disciplina a los europeos bajo una forma ligeramente revisitada.
El “Pato Indoor”, como él llama a su creación, se practica cada vez más en Francia. Con el paso del tiempo, las reglas del Pato argentino y del Pato Indoor se mezclan. El auténtico Horseball nace un poco más tarde con sus propias reglas (cancha más pequeña, pelota que parece una pelota de fútbol con asas). El Horseball, como el Pato, sin embargo, retienen reglas similares, y hoy son deportes que requieren técnicas muy específicas.
Al igual que el Horseball proviene del Pato, los afganos se inspiraron en Argentina cuando crearon el Bouzkachi, un juego a caballo que consiste en desgarrar un cadáver de cabra a veces con métodos muy violentos.
El Pato, que se ha convertido en un elemento esencial en la cultura argentina debido a su deportividad irreprochable y el respeto total por las tradiciones sudamericanas, continúa ganando popularidad en todo el mundo. Muchos países como el norte de África, Canadá, los Estados Unidos, el Medio Oriente, han adoptado la disciplina Horseball-Pato. Pocas personas saben, sin embargo, que este juego deriva de un entretenimiento tradicional de los gauchos de la pampa argentina.
Entre 1937 y 1938 se abrió paso una etapa de transformación del viejo juego hacia un deporte organizado, tras la redacción de su primer reglamento y la consecuente derogación de prohibiciones y restricciones que lo afectaban.
En 1941 tuvo lugar la primera muestra del deporte, ya bajo la denominación de Torneo Abierto Argentino de Pato y nació la Federación Argentina de Pato, con la finalidad de fomentar, dirigir y difundir el juego, organizar torneos, velar por la aplicación de los reglamentos, así como también orientar y promover la crianza del tipo de caballo más apto para este propósito. El primer equipo campeón fue Los Corrales, cuarteto integrado por Argentino Fuentes, Clovizo Querelt, Roberto Fuentes y Florencio Novoa. El máximo ganador es Barrancas del Salado, con 15 títulos entre 1968 y 2005.

En 1953, el Decreto Nº 17.468 del 16 de septiembre de 1953 firmado por el Presidente de la Nación, Gral. Juan Domingo Perón, lo declaró Deporte Nacional de la Argentina, reglamentado más tarde por Ley 27.368 en 2017.
Actualmente se enfrentan dos equipos de cuatro jugadores cada uno, numerados del 1 al 4, que buscan apoderarse del pato mediante pases y combinaciones, eludiendo a sus adversarios y encestándolo en un aro de un metro de diámetro.
En su reglamentación se autoriza a los jugadores a tomar el pato desde el suelo pero sin dejar de montar el caballo. Una vez que se obtiene, están obligados a extender el brazo de manera que el adversario intente arrebatarlo; también pueden pasarlo a cualquier compañero. Es un juego rápido, a pura adrenalina, con caballos galopando a máxima velocidad.
Los jugadores pueden recoger el pato cuando se encuentra en el suelo. Quien lo obtenga se lo puede pasar a algún compañero, pero tiene también la obligación de extender su brazo dándole al contrincante la posibilidad de que se lo quite.
Se puede jugar con caballos de cualquier alzada y la mínima permitida es de 1,50 m. No se admiten animales indóciles que tengan actitudes que pongan en peligro la integridad de los deportistas. La cancha debe medir entre 180 y 220 m de largo por 80 o 90 m de ancho, con dos aros de 2,70 m de alto en las cabeceras.
Los partidos constan de seis tiempos de 8 minutos cada uno, con intervalos de 4 minutos, regulados por el tañido de una campana. En caso de empate, se suma un tiempo suplementario que termina cuando uno de los equipos obtiene un tanto.
El pato tiene como pariente más cercano a un antiguo juego persa, el buzkashi, practicado aún hoy en Afganistán, donde la prenda del juego es un carnero faenado al que se le han cortado la cabeza y las extremidades.
En distintos lugares de Europa donde se practica polo, se realizan a veces competencias de horseball, un juego que resulta ser la adaptación del pato argentino introducido en Francia en los años 1930 por el capitán Clave. Este último modifica las reglas del pato e inventa el horseball. En julio de 2008 la Selección Argentina de Pato resulta jugadora preferida en el primer Campeonato Mundial de horseball.
El pato se lo suele relacionar al deporte ficticio de la franquicia de «Harry Potter», el «Quidditch». Suele ser una de las respuestas más comunes ante una primera explicación de la disciplina. Las escobas se cambian por caballos y las bolitas voladoras se reemplazan por el pato, pero las maniobras y dinámica del juego son similares.
El Abierto Argentino de Pato ocurre siempre en diciembre en el Campo Argentino de Polo, en Palermo, conocida como «La Catedral».