Federico Lacroze, el creador de la primera línea de tranvías de la ciudad

Federico Lacroze (4 de noviembre de 1838 – 16 de febrero de 1899) fue un empresario argentino. Fue el creador de la primera línea de tranvías de la ciudad de Buenos Aires. ​ Una avenida, una estación de tren y una estación de subte llevan su nombre.

La avenida Federico Lacroze es una concurrida arteria vial de la Ciudad de Buenos Aires, Argentina. Une la Avenida del Libertador con el Cementerio de la Chacarita. Nace en la Avenida del Libertador 5102, a la altura de Plaza República de Bolivia, en la zona de Palermo. Corre en dirección sudoeste, siempre entre sus calles paralelas Teodoro García y Olleros. El sentido de circulación en este primer tramo es descendente, o sea, hacia el norte.

A lo largo de su trayecto llaman la atención la gran cantidad de árboles de jacarandá, de antigua data.

Luego de cruzar la Avenida Cabildo ingresa al barrio de Colegiales, haciéndose doble mano. A la altura de la calle Amenábar, un viaducto, inaugurado el 10 de octubre de 2013 y que reemplazó el paso a nivel, cruza por debajo de las vías del Ferrocarril Mitre, a metros de la estación Colegiales. Cuenta con cuatro carriles (dos de cada mano) y una altura de 4,30 metros. En la parte superior existe solo el cruce peatonal por dos túneles realizados al efecto. Al salir al nivel de la superficie se encuentra con la calle Conesa, a escasos metros del Sanatorio Colegiales.​Unas cuadras adelante corta a la Avenida Álvarez Thomas, y así llega al barrio de Chacarita. En la esquina norte de este cruce se encuentra el Teatro Vorterix.

Termina a escasos metros del fin de la Avenida Corrientes y en inmediaciones del Cementerio de Chacarita y de las estaciones Federico Lacroze, del Ferrocarril Urquiza, y la del mismo nombre del Subte B. En 2018 se inauguró, a escasos metros, el empalme del alargue de la Avenida Triunvirato.

Su nombre rinde homenaje a Federico Lacroze

Trayectoria
Hijo de Juan Lacroze, francés, quien se radicó muy joven en el país y de Trinidad Cernadas, criolla, fue el segundo de ocho hermanos (Emilia, Federico, Julio, Jovita, Mercedes, Trinidad, Juan y Guillermo). Entró de muy joven a trabajar en la casa bancaria Mallmann, hasta los 20 años. Se establece entonces en la localidad de Chivilcoy, donde se dedica al comercio y las actividades agropecuarias. Su padre poseía una finca en dicho partido, que comerciaba lanas, cueros, y otros productos al exterior. La misma se administraba bajo la razón «Juan Lacroze e Hijo».

La relación de Lacroze con el transporte ferroviario comienza en 1866, cuando propuso a la municipalidad de Luján construir una vía férrea entre esa ciudad y Salto. La propuesta no fue aceptada debido a que el dinero era destinado por ese entonces a la guerra contra el Paraguay.

Entrada la década de 1870, la necesidad de un transporte de pasajeros de Buenos Aires motivó a que, junto con otros empresarios, como Mariano Billinghurst y Teófilo Méndez, pidiera a Emilio Castro, por entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires, la concesión de diferentes líneas de tranvías.

La solicitud llevó a curiosos debates en la Legislatura. El diputado Rufino Varela llegó a decir no se debía disponer de las calles «que son de los vecinos». Otros llegaron a argumentar que los tranvías ocasionarían muertos y heridos, desvalorizarían las propiedades que estuvieran sobre las calles donde transitaran y hasta que dificultarían el acceso de los fieles a las parroquias.

Al poco tiempo Castro permitió la llegada del tranvía y una de las primeras líneas fue creada por Federico Lacroze junto con su hermano Julio.

En marzo de 1871 se inauguró ese ramal que recorría unas sesenta cuadras entre Plaza de Mayo y plaza Miserere. Unos metros más adelante del tranvía (que por ese entonces tirado por caballos a una velocidad de unos 9 kilómetros por hora) iba un mensajero anunciando la proximidad del mismo. ​ Recién en 1891, se autorizó a la empresa de Lacroze a cambiar la tracción a sangre por tracción a vapor.

Falleció tres años después de que el vapor llegara a los tranvías de su empresa. Sus restos descansan en el Cementerio de la Recoleta.

Es el abuelo paterno de la fallecida multimillonaria y coleccionista de arte Amalia Lacroze de Fortabat.

Enseguida, el activo señor Lacroze, cuyo lema era. “el tiempo es oro”, fundó el Tramway Rural, a vapor, que llegó a recorrer más de 200 kilómetros de terrenos de la provincia de Buenos Aires, beneficiando a los hacendados y chacareros, con precios de transporte más ventajosos que los ferrocarriles.

Estaba casado con María Etchevetz, y de dicho matrimonio nacieron tres hijos: Federico, Carlos y Teófilo. Fallecida su esposa, contrajo segundas nupcias el 27 de agosto de 1887 con la irlandesa Ana Browne Kirk.

Fue miembro de la masonería, iniciándose el 13 de agosto de 1857 en la Logia Regeneración Nº 5.

Falleció en Belgrano el 16 de febrero de 1899, víctima de una enfermedad que no pudo dominarle nunca, sino en la última hora. Sus restos se hallan en el Cementerio de la Recoleta.