Joaquín Lavado “Quino”: creador de Mafalda, nombre que lleva una de las plazas más hermosas del barrio
Hijo de padres españoles, más exactamente oriundos de la localidad de Fuengirola (Málaga), emigraron a nuestro país y le dieron su apodo de “Quino” (que lo acompañaría hasta el final de sus días) desde pequeño para distinguirlo de su tío, que no sólo se llamaba igual que él: Joaquín, sino que además, era también ilustrador y fue el responsable de despertar su vocación de dibujante a muy temprana edad.
Fue en el año 1945, y tras la muerte de su madre, que empezó a estudiar la carrera en la Escuela de Bellas Artes de Mendoza, ciudad en la que vivía. Su padre murió poco tiempo después, siendo Quino un adolescente de tan sólo diecisiete años. Finalmente abandonó sus estudios con la clara intención de convertirse en un autor de historietas cómicas. Intentó encontrar trabajo en distintas editoriales porteñas, pero sin éxito. Fue convocado a hacer el servicio militar obligatorio y en 1954 se estableció en Buenos Aires.
Publicó su primera página de humor en el semanario Esto Es, y luego muchos otros medios conocidos de la época, tales como: Leoplán, TV Guía, Vea y Lea, Damas y Damitas, Usted, Panorama, Adán, Atlántida, Che, el diario Democracia, entre tantos otros.
Desde el año 1954 en adelante publicó regularmente en Rico Tipo y luego en Tía Vicenta y Dr. Merengue. Poco después comenzó a hacer dibujos publicitarios y es justamente ahí donde nace “Mafalda”. Publicó su primer libro recopilatorio llamado Mundo Quino, en el 1963, tras lo cual le encargan unas páginas para una campaña de publicidad para una empresa de electrodomésticos: Mansfield, la premisa era sencilla: debía dibujar a una clásica “familia tipo”. La campaña no llegó a realizarse, el destino evidentemente tenía otros planes para él. La primera historieta de Mafalda se publicó en Leoplán, tras lo que pasó a publicarse regularmente en el semanario Primera Plana (su director era un gran amigo de Quino).
Entre 1965 y 1967 se publicó en el diario El Mundo; y muy pronto empezó a editarse en otros países: Italia, España (donde la censura obligó a etiquetarlo como para adultos) y Portugal.
Tras abandonar la tira de Mafalda el 25 de junio de 1973 (según él por una cuestión de “agotamiento de ideas”), Quino se exilió a Milán, desde donde continuó realizando páginas de humor, pero sin volver a dibujar a Mafalda.
En el año 2008, como parte del Programa de Nuevos Murales, la empresa Subtes de Buenos Aires comisionó un mural de azulejos con los personajes de Mafalda en el pasillo que une las estaciones Perú y Catedral.
El 21 de mayo de 2014 obtuvo el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades.
Quino falleció el 30 de septiembre de 2020, tras estar internado a causa de un accidente cerebro vascular. Tenía ochenta y ocho años y fue un día después de haber cumplido cincuenta y seis años de la primera publicación de Mafalda.
Una de las características del arte de Quino es que los protagonistas de sus tiras cómicas suelen ser “gente común”, aunque pueden observarse, también, escenas surrealistas o alegóricas (como policías arrojando valium en las bocas abiertas de manifestantes). El humor de Quino podemos decir que es ácido e incluso cínico.
Ra’al Ki Victorieux, artista visual y escritora y periodista cultural expresa lo siguiente:
“El sueño de Quino es sintético, con pocos cuadros, imágenes sencillas y diálogos breves, nos hace reflexionar. Nos habla de una Mafalda en blanco y negro. El color y las voces, los objetos decorativos y utilitarios llegaran después, soñado por otros que animarán sus historietas y multiplicarán sus apariciones en lo cotidiano. Se dice que existen diferentes clases de sueños, algunos basados en el contacto con el mundo de las formas de pensamiento. Se relacionan con el esfuerzo que hacemos para entender o interpretar la vida y su significado, su sentido. Se ocupan de los ideales y las ideas que han controlado la vida humana, y que forman las bases de la historia. Oh, sí, Quino soñaba no sólo con la familia, sino también con la vida y sus ideales: con la justicia, la libertad, la democracia, las finanzas, la ética. Otros sueños de Quino son geométricos en su naturaleza, y en ellos las personas se vuelven conscientes de los patrones básicos, de las formas y de los símbolos que determinan arquetipos y procesos evolutivos, que representan el desarrollo de la conciencia. (…) Soñar, visualizar, la experiencia mental en que un artista trae su imaginación a lo real habla de una madurez creativa. Sueño, creatividad y creación son experiencias relacionadas, que permiten la expresión de ideales que construyen la conciencia humana.”.
Ra’al Ki Victorieux